Mujeres ejecutivas accionistas vs. Hombres ejecutivos accionistas
En junio de 2022 se dio a conocer un estudio de ExecuShe, una empresa sueca de datos de género, en el que se compararon los cargos de altos ejecutivos de las 500 empresas más grandes que cotizan en la bolsa de Estados Unidos (y forman parte del S&P 500) y el valor de las acciones que poseen de las mismas.
El resultado fue que, a pesar de que las mujeres representan el 25% de los cargos altos ejecutivos de esas empresas, solo controlan el 1% del valor de las acciones, a contraparte de los hombres, que son dueños el 99%.
En 2020, los ejecutivos masculinos tenían acciones por un valor aproximado de US$770.000 millones en compañías del S&P 500, mientras que las ejecutivas solo controlaban alrededor de US$9.000 millones. Esta disparidad se mantiene aun quitando los casos atípicos, como el de Elon Musk, el empresario más rico del índice.
Las mujeres en rangos superiores de liderazgo en estas empresas ganaron el 75% de lo que ganaron los hombres y esta es una de las razones por las cuales recibieron menor porcentaje de propiedad de acciones a modo de compensación general. Otro motivo de esto, es que las mujeres tienden a tener roles ejecutivos en departamentos como recursos humanos o marketing, donde los niveles de propiedad accionaria tienden a ser más bajos que en puestos de tecnología o finanzas, que por lo general son ocupados por hombres.
Mi experiencia
Como mujer en finanzas, influencer de inversiones y CEO de mi propia empresa, muchas veces me han cuestionado el dedicarme a esto, mirándome con asombro o subestimando mis capacidades. Sin embargo, eso no fue de ningún modo una barrera para mí; por el contrario, me impulsó a trabajar duro por alcanzar todos mis objetivos. Posiblemente, sin ese desafío no sería quien soy hoy.
Es por eso que me alegra que el 80% de mi público sea femenino: es una gran oportunidad para mi de acompañar el crecimiento, aprendizaje y superación diaria de miles de mujeres que desean amigarse con sus finanzas, ahorrar, invertir, incluso trabajar de esto.
Creo que tenemos mucho que aprender de los hombres, de su seguridad y decisión; pero el mundo también tiene mucho que aprender de nosotras, las mujeres, de nuestra dedicación, liderazgo y compromiso. Y para eso debemos, sobre todo, aprender de nosotras mismas. Romper las barreras propias es el primer paso.
Como les conté varias veces, en mi caso particular vengo de una familia llena de mujeres admirables, que lograron todo lo que se propusieron: bisabuela que dirigía una fábrica, abuela de las primeras urbanistas de Argentina, mamá profesional con varias carreras, miles de tías profesionales, psicólogas, arquitectas, odontólogas.
Es por eso que fue relativamente fácil crecer a donde crecí, mis predecesoras hicieron un gran trabajo por mi. Es así que, desde mi humilde lugar, quiero poder ser una guía para ayudarlos a todos a ocuparse de sus finanzas, querer aprender, estudiar, investigar, hacer crecer sus ingresos, invertir y cumplir todos los objetivos que se propongan. Podemos hacerlo aun siendo madres, amas de casa, empleadas, emprendedoras, ¡lo que sea!
Hacernos cargo de nuestra economía es hacernos cargo de nuestra vida y de nuestro futuro.
El momento para hacerlo es hoy.
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