Vivir por debajo de nuestras posibilidades
Una de mis mayores recomendaciones sobre finanzas, que considero elemental para manejar adecuadamente nuestra economía y no llevarnos sorpresas a futuro, es gastar de acuerdo a nuestro nivel de ingresos. Si es posible, incluso vivir por debajo de nuestras posibilidades es una excelente forma de practicar el ahorro.
Es decir, acomodar nuestro nivel de vida al ahorro que queramos conseguir será más productivo, saludable para nuestras finanzas y sostenible en el tiempo que controlar nuestro gasto moneda por moneda para intentar lograr el objetivo de ahorro que nos proponemos.
¿Por qué digo esto? Porque ahorrar debe ser un hábito, un modo de actuar y tiene que implicar el menor esfuerzo posible para que se convierta en algo que hacemos incluso sin pensar. Además, adecuar nuestro nivel de vida a uno por debajo de nuestras posibilidades nos va a permitir pasar mejor las épocas de crisis, inflación, bajas ventas, menos trabajo, licencias por enfermedad o maternidad, etc.
Muchas personas cometen el error de aumentar sus gastos a medida que aumentan sus ingresos, sin necesitarlo, solo “porque pueden”. Les sorprendería la cantidad de gente que gana realmente bien, que tiene puestos altísimos en compañías de renombre, y asegura no poder ahorrar ni un centavo.
De la misma manera, existen quienes tienen ingresos promedio, incluso por debajo de la media, pero hacen hasta el último esfuerzo para mantenerse austeros en lo que pueden y así ahorrar en pos de sus objetivos. No se trata de cuánto ganes, sino de cómo lo gestiones.
Diseñar tu vida para vivir por debajo tus posibilidades te da mucha libertad. Por ejemplo, si ahorrás a principio de mes un porcentaje que establezcas de ante mano, no vas a necesitar estar controlando cada gasto, simplemente vas a vivir con lo que te sobra luego del ahorro. Y, además, tendrás la seguridad de contar con los fondos necesarios para enfrentar cualquier desajuste o inconveniente que se presente en tu vida.
Solo hay un límite de cuánto podemos bajar los gastos, pero no hay límite de cuánto podemos subir nuestros ingresos.
Claro, es fácil decirlo, pensarán, pero no hacerlo. Yo les responderé que lo difícil solo tarda un poco más y que siendo 1% mejor cada día, los resultados en tres meses o un año los sorprenderán. Tanto para el ahorro como para aumentar nuestros ingresos o conseguir un mejor empleo.
¿Cómo es esto?
Conseguir un mejor trabajo, por ejemplo, o un aumento, viene de la mano de capacitarse para él; nadie nos dará un puesto más alto o un mejor sueldo si no mostramos formación acorde. Pretender quedarnos toda la vida con lo aprendido en un momento de ella, hace años, sin actualizarnos y aun así progresar, resulta bastante improbable en el mundo actual.
Para formarnos hoy en día no necesitamos una enorme cantidad de dinero, ni libros carísimos, ni movilizarnos de nuestra casa: podemos encontrar muchísimo material y formación en internet. Y casi todos, al menos todos los que me están leyendo en este momento, tienen acceso a un dispositivo electrónico con acceso a la red.
Eso es todo lo que necesitan. Y ganas. Hay infinidad de puestos de trabajo para los que no se necesitan títulos de famosas universidades, capacitaciones en el exterior o cursos online en la academia de moda. Para muchos solo se necesita demostrar el conocimiento, ese que podemos adquirir en cualquier lado si sabemos buscar bien.
Tenemos a nuestro alcance, libre y gratuitamente, la mejor universidad de todos los tiempos y la biblioteca más grande y prestigiosa del mundo. No, no hablo de Harvard y la Biblioteca de Alejandría: hablo de YouTube y de Google.
Verán que todo lo que necesitan para adquirir nuevas herramientas, conocimientos, y conseguir un mejor puesto de trabajo podrán encontrarlo ahí. Los profesionales más buscados de la actualidad, como programadores, creadores de contenido digital, editores de videos, diseñadores de experiencia de usuario, desarrolladores de aplicaciones y cientos más, todos ellos, pueden capacitarse desde cero y formarse en pocos meses con herramientas gratuitas y también pagas a precios accesibles.
Además, existen foros de todo lo que se les ocurra para dejar sus dudas, comunidades en redes sociales para aprender con otros en la misma situación, profesionales ultra capacitados que comparten sus conocimientos gratuitamente en internet, la posibilidad de conectarnos con quien sea y desde donde sea para hacerle una pregunta. Eso es tenerlo todo al alcance.
Dedicando 1 hora por día a formarnos tendremos, en solo un año, 15 días enteros más de conocimiento que antes. Eso es el equivalente a cursar casi 4 materias anuales de la carrera de Derecho en la Universidad de Buenos Aires. ¿Pueden dimensionar eso conmigo?
Lo mejor de todo es que el conocimiento no solo no ocupa lugar, sino que se construye sobre si mismo. Lo que aprendimos en el pasado es la base de todo lo que aprenderemos en el futuro y cada vez será más sencillo y más rápido comprender cosas nuevas. Algo así como el interés compuesto, pero de conocimiento. La curva de aprendizaje podrá ser ardua, pero cuando pasemos la parte más difícil, todo ese esfuerzo habrá valido la pena. Algo así como pasar el bear market con paciencia hasta obtener los grandes rendimientos del mercado alcista.
Aprender nunca fue tan fácil, nunca estuvo tan al alcance.
Diseñar nuestra vida por debajo de nuestras posibilidades, crear nuestro fondo de emergencia, invertir, trabajar por generar ingresos extra o ganarnos un aumento, todo ello puede resultarnos desconocido o desafiante al principio. Sin embargo, como en las inversiones, los altos rendimientos vienen acompañados de incertidumbre, estudio, formación, mucho tiempo y errores que hacen de grandes maestros.
Nada que valga la pena será sencillo. No nos haremos millonarios de un día para otro. No conseguiremos un mejor empleo porque sí.
En lo que hacemos cada día está la receta del éxito, o del fracaso. Queda en nosotros utilizar los ingredientes adecuados.