El orden de nuestras finanzas puede empezar de muchas maneras y formas. Una de ellas, quizás la más básica, es conocer en qué gastamos el dinero que tenemos.
¿Qué estoy pagando?
Conocer nuestros gastos es uno de los primeros pasos para llevar un control de nuestras finanzas personales. Puede ser tedioso y hasta doloroso, pero es necesario y muy saludable.
Para eso, les propongo que tomen todas las facturas de servicios, recibos y resúmenes de tarjetas que tengan y prestar atención a lo que les están cobrando.
Esto puede llevarles un tiempo considerable, de seguro, pero les prometo que se van a sentir muy bien si encuentran algo que les están cobrando de más y pueden evitarlo a partir de ese momento.
O, quizás, si se dan cuenta que alguna suscripción que contrataron en realidad ya no la usan y pueden cancelarla para destinar ese dinero a ahorros.
Nunca me voy a olvidar cuando trabajaba en un call center vendiendo seguros de sepelio que te incluían en la factura de gas. Vendí una semana y me di cuenta que no era para mi, no me sentía cómoda sabiendo que la gente nunca iba a usar eso que estaba pagando, porque nadie lee las facturas.
La tarea, entonces, se trata de:
1) Agarrar todas las facturas, resúmenes, recibos del mes.
2) En cada una de ellas, entender qué te están cobrando. Si es el resumen de la tarjeta, chequear qué impuestos te cobran, gastos de mantenimiento, seguros, intereses y demás.
Prestar atención extra si hiciste algún consumo que tenía el beneficio de reintegrar un % de la compra: ¿te hicieron la devolución efectivamente? ¿era la esperada?
3) En el caso de las facturas de servicios, hablar con los vecinos para saber cuánto pagan ellos, quizás tu consumo está siendo muy alto por una pérdida y jamás te habías dado cuenta.
Si es la factura de la luz, por ejemplo, ver cuánto te cobran por consumo de kWh, cuántos kWh consumiste en el mes, si consumiste más o menos que el período anterior, si te cobraron por el extra o te hicieron un descuento si fue menor, etc.
4) Ver si hay algún cargo extra, o compra en la tarjeta que no hiciste o tenés alguna suscripción activa que no estás utilizando. En ese caso, darse de baja o hacer el reclamo correspondiente. Sobre todo en las tarjetas de crédito, está lleno de consumos mínimos de suscripciones que no se usan y pasan desapercibidos.
Se asombrarían de todo lo que pueden encontrar, aunque espero que no tengan que hacer ningún pedido de devolución y que todo esté en orden.
Esto es parte de hacernos cargo de nuestras finanzas personales. Debemos entender qué y cuánto pagamos todos los meses para poder organizar nuestras finanzas correctamente.
Si lo hacen, ¡cuéntenme cómo les fue!