Ampliando este posteo de @Luli.invierte
Ese préstamo personal que pediste hace dos años y que todavía no puedes sacarte de encima. La tarjeta de crédito que pagas con retraso todos los meses y los intereses que se van acumulando. La hipoteca. Ese dinero que todavía debes a tus padres… En fin, deudas y más deudas.
No hay fórmulas mágicas –siempre lo digo– existe, en todo caso, la educación financiera y estrategias para gestionar de manera adecuada nuestros ingresos y gastos. De algo de todo eso vengo a hablarte hoy: ¿cómo salir de deudas?
Deudas: la angustia de deber dinero
Sé que este es un tema que toca de cerca a muchas personas y por eso creo que es importante hablar de ello. Hay quienes crecieron viendo a sus seres queridos agobiados por todo el dinero que debían.
Esa angustia que parece hasta superficial, atenta de manera clara contra nuestra calidad de vida.
La rueda de endeudamiento funciona así:
- Aparece un deseo o necesidad: la casa, el coche, un viaje, un gran obsequio, equipamiento, incluso la compra mensual del supermercado etc.
- Buscamos medios para financiar ese deseo o necesidad.
- No tenemos el dinero propio suficiente para hacerle frente a eso que necesitamos o deseamos obtener en ese preciso momento.
- Optamos por el crédito o el préstamo como recurso para financiarlo.
- Creemos que conseguiremos el dinero necesario para pagar cuando llegue el momento de hacerlo (vencimiento).
- Nuestro ingreso se vuelve insuficiente.
- Las obligaciones comienzan acumularse.
- Recurrimos a más recursos ajenos (préstamo o crédito) para poder hacerle frente a esos compromisos.
- Entramos en una rueda que no para: trabajamos más, para ganar más, para pagar más.
La expresión que suele usarse en estos casos es “estar con el agua hasta el cuello”. Ahogados, eso es, las deudas ahogan y agobian.
Generan altas dosis de angustia y diversos conflictos emocionales del tipo: ¿Cómo llegué hasta aquí? Y la sensación de que nunca saldremos de esa situación.
En mi experiencia, nadie se endeuda por puro gusto o con la intención de no pagar. Cuando pedimos dinero prestado solemos tener la certeza de que será posible reponer ese dinero prestado. Pero nuestros cálculos pueden fallar.
El problema es que los compromisos de pago que asumimos, tarde o temprano, tendremos que saldarlos.
Salir de deudas tiene que ver con eso: pagar. Pero no sólo eso. Saldar nuestras cuentas pendientes es, básicamente, una apuesta por vivir más tranquilos. Sacarnos un peso de encima y liberarnos de esa angustia.
Algunos consejos para salir de deudas
Salir de deudas es un proceso y como tal lleva tiempo, esto dependerá de cuán complejo sea nuestro nivel de endeudamiento. No podemos pretender que un problema que durante años venimos creando se resuelva en cuestión de días o semanas.
Lo primero que te recomiendo es alejarte de cualquier tipo de “solución rápida” para salir de deudas como por arte de magia o sin hacer ningún esfuerzo. Porque detrás de estas soluciones muchas veces se esconde algún tipo de estafa. ¡Ojo!
Dicho esto, para salir de la rueda de endeudamiento, toma nota de los siguientes consejos:
1- Aceptar tu situación
Por supuesto que si las deudas son un problema para ti, es porque tienes en claro tu situación. Pero una cosa es saber que tenemos deudas y otra cosa es aceptar que esto realmente afecta nuestra calidad de vida y, sobre todo, que queremos realizar acciones concretas para librarnos de ello.
Al aceptar que realmente tenemos un problema, podemos abrirnos a posibilidades nuevas, que incluso no habíamos pensado antes. Después de eso, tendremos mayor claridad sobre nuestras próximas acciones a realizar para resolver la situación.
2- Calcular el monto de tu deuda
La pregunta a responder aquí es: ¿cuánto dinero debo? Para eso, te recomiendo volcar en algún documento el detalle de todas tus deudas.
En este archivo puedes organizar la información de forma específica, indicando a qué corresponde cada una de ellas (préstamo personal, tarjeta de crédito, etc.).
También debes indicar las condiciones de esa deuda, por ejemplo, tasa de interés.
3- Ordenar ingresos y gastos
En varias ocasiones hablé sobre el control de gastos, explicando qué son los costos fijos y qué son los costos variables. Con esta información ya puedes tener un panorama más completo de adónde se va tu dinero todos los meses.
De la misma forma, es importante que revises tu nivel de ingresos, incluso en este punto es importante pensar en las opciones que tenemos para generar ingresos extra.
Tal vez, sin darte cuenta, estás desperdiciando la oportunidad de ganar más dinero todos los meses con alguna actividad complementaria a lo que ya haces.
Saber cuánto ganas y en qué gastas es imprescindible para ordenar tus finanzas y es una tarea clave si quieres trazar un plan para salir de deudas.
4- Crear un plan
Crear un plan de acción para liberarte de tus deudas es otra actividad fundamental. Cada vez que fijamos un objetivo financiero, es importante planificar de manera precisa los pasos que daremos para cumplir con esa meta.
Si tienes muchas deudas podrás crear un plan con diferentes objetivos para ir devolviendo todo el dinero en función de parámetros previamente fijados.
De esto hablé en la guía sobre Inflación 2020, explicándote cómo listar y controlar las deudas y, lo más importante: cómo ordenarlas por tasa de interés. Esto te permitirá trazar objetivos más claros y prioridades, con respecto a qué deudas saldar primero.
5- Ahorrar para después gastar
Parece una regla súper básica, pero hay tantas personas que todavía no pueden aplicarla, que nunca está demás repetir. Cuando el asunto de tus deudas quede resuelto o incluso antes, es momento de comenzar a ahorrar.
¿Por qué digo incluso antes? Porque supongamos que tenías varias deudas y fuiste saldándolas de a poco, en base a prioridades, como expliqué antes. Ahora, imaginemos que después de algunos meses sólo quedan unas poquitas deudas que estás liquidando con un plan de pagos mes a mes.
Con la gestión eficiente de ingresos y gastos ya te queda margen para ahorrar algo de dinero. ¡Felicitaciones! No sólo saliste de la rueda, sino que ahora que ya atravesaste por todo eso, puedes gestionar mejor tus finanzas y tener un mayor control sobre tu dinero.
Tal vez, incluso, sea momento de pensar en invertir ¿ya conoces mi curso introductorio a las inversiones?