ABC de Finanzas para Emprendedores

ABC de finanzas para emprendedores: ¿qué cosa es esa? Después de pensar y pensar le dimos vida a una idea. Pusimos muchas horas de trabajo, toda nuestra creatividad y finalmente echamos a andar un proyecto. Con el paso del tiempo comenzamos a ver los frutos deseados. Hoy, ese proyecto es un negocio propio que nos genera ingresos todos los meses. Sí, esa cosa maravillosa que se llama emprender…

Sin embargo, todos los beneficios que encontramos al alcanzar eso que muchos llaman “ser mi propio jefe” se hacen humo cuando nos tenemos que sentar a organizar y planificar nuestras finanzas. Ahí comenzamos a agarrarnos la cabeza y pensar que ser nuestros propios jefes no es nada sencillo.

Por eso y porque son muchas las personas que suelen preguntarme sobre el tema, es que hoy traigo algunas recomendaciones sobre cómo organizar nuestras finanzas cuando no tenemos la estabilidad de un salario fijo, aguinaldo y vacaciones pagas. O lo que también me gusta llamar: el ABC de finanzas para emprendedores.

¿Cómo manejar mis finanzas si soy emprendedor?

Cuando tenemos un sueldo fijo puede parecer mucho más simple entender cómo administrar nuestras finanzas. Esto ya lo hemos visto en posts en donde explico, por ejemplo, qué son los gastos fijos y los gastos variables. En esos artículos hablo de aprender a separar nuestros gastos.

La primera recomendación de este ABC de finanzas para emprendedores también consiste en separar, pero en este caso, vamos a separar las cuentas.

A- Separar las Cuentas

No mezclar las cuentas es un paso clave. Lo que tenemos que separar son nuestras finanzas personales, de las finanzas del negocio. Si no lo hacemos no podremos  identificar claramente cuáles son los ingresos y egresos de nuestro emprendimiento.

Tenemos que ser capaces de ver con claridad qué gastos corresponden a nosotros y qué gastos genera el negocio

Básicamente, hay que pensarlo así:  

  • Si no tuviera este negocio ¿tendría este costo? 
  • ¿Este costo lo necesito para desarrollar mi emprendimiento?

Esta es una de las formas más certeras de saber si nuestro negocio es rentable, ya que de lo contrario, le estaríamos adjudicando gastos que no son de la actividad, sin poder medir sus verdaderos resultados.

B- Asignarse un sueldo

¿Qué qué? ¿Asignarse un sueldo? Sí, eso mismo. Suena raro, lo sé, pero es otra cuestión elemental si quieres organizar tus finanzas como emprendedor. 

A quienes gestionamos un emprendimiento muchas veces nos cuesta asignarnos un sueldo. Creemos que naturalmente llegará el día en el que nuestro negocio dará tantas ganancias que nos sobrará el dinero y entonces ni siquiera nos hará falta “un sueldo” tradicional. 

Pero los días pasan, trabajamos y trabajamos, dedicamos mucho tiempo a las tareas que nuestro emprendimiento implica, hacemos todo a pulmón y nos olvidamos de nosotros mismos en el proceso. 

Esto nos conduce a dos errores: 

  • Podemos sentir que el negocio es rentable mientras no lo es.
  • Podemos sentir que el negocio no da frutos, cuando sí lo hace. 

Esta clase de equivocaciones ocurren cuando no tenemos las cuentas claras. Más allá de dividirlas, también es necesario saber si el negocio es capaz de pagar un sueldo a quien realiza la mayor parte del trabajo.

La mejor forma de calcularlo sería definir cuánto saldría pagarle a alguien para que haga exactamente las mismas tareas que tú realizas

Además, no ponernos un sueldo nos lleva a otro error muy común y bastante perjudicial para el negocio: pensar que todo el dinero que genera el emprendimiento nos pertenece. 

En realidad, la mayor parte de ese dinero lo utilizaremos para cubrir gastos y reinvertir para seguir creciendo y cumpliendo los objetivos. 

Por eso, lo mejor es asignarse un sueldo fijo como si fuésemos un empleado o empleada. Así, podremos alcanzar una proyección mucho más concreta de los costos de nuestro negocio y una proyección más ajustada de nuestro presupuesto personal.

C- Crear un Fondo de Emergencia del Emprendimiento

Recomendación clave para la vida financiera en general y para la vida emprendedora en particular. A esta altura, asumo que ya sabrás qué es un fondo de emergencia  porque lo vengo repitiendo en varios posts. 

Pero si todavía no sabes de qué se trata, te lo resumo así: el fondo de emergencia es un monto de dinero que vamos reservar para cubrirnos financieramente en caso de sufrir un imprevisto que exija una salida grande de dinero. Por ejemplo, una enfermedad, una crisis financiera (local o global), una pandemia, incluso la quiebra de nuestro negocio, entre otros.  

Y así como personalmente los autónomos y emprendedores somos los que más necesitamos un fondo de emergencia, también nuestra empresa debería contar con un fondo de emergencia.

Tu empresa o emprendimiento debería tener un fondo de emergencia, de un valor de entre 3 a 6 meses de costos fijos, donde podría sobrevivir sin facturar.

¿Por qué? Porque aún en el mejor de los casos, la empresa puede tener una temporada de «vacas flacas» y por eso es importante tener una reserva de dinero para hacerle frente a esos momentos. 

OJO: ser prudentes. En temporada de vacas gordas no debemos subir los gastos. Si los gastos fijos suben, también debería aumentar el fondo de emergencia.

Si pensamos nuestro negocio en el largo plazo, la mejor manera de hacer que sobreviva y que rinda sus frutos es sosteniendo los buenos hábitos que vamos incorporando.

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