Lograr el equilibrio financiero no es complejo, pero sí requiere que tengamos constancia y que encaremos con responsabilidad nuestras finanzas personales.
Alcanzar este punto es de gran importancia porque es la base de una economía saludable.
Y si nuestra economía es saludable nuestras inversiones también lo serán. Y así lograremos mayor rentabilidad.
Los invito a profundizar este tema y que veamos algunos tips para concretar la estabilidad financiera.
¿Qué es el equilibrio financiero?
La definición de equilibrio financiero a nivel empresa, está dada por un activo que es mayor que su pasivo.
Si esto lo llevamos al plano de las finanzas personales, podemos resumirlo en que nuestros ingresos mensuales deben ser capaces de cubrir nuestros gastos del período, incluidas nuestras deudas.
Y, preferentemente, tener con esos mismos ingresos capacidad de ahorro e inversión.
Lo ideal es lograr un equilibrio entre nuestras necesidades (me refiero a necesidades reales, no a lo que solemos llamar “gustos” o «gastos hormiga») y nuestra capacidad de ahorro. Disfrutando, pero también cuidando nuestro dinero y poniéndolo a trabajar para nosotros.
Para lograr este equilibrio no necesitamos ser gurúes de las finanzas, sino que es mucho más simple. Lo que implica es simplemente gestión y planificación (presente y futura).
Por qué es importante alcanzarlo
Porque cuando logramos el equilibrio financiero nos sentimos más seguros y liberados, lo que nos permite hacer inversiones más sensatas, planificadas y con metas financieras claras.
La claridad en nuestras metas financieras es fundamental para que fijemos un plan que nos permita alcanzar las ganancias esperadas en los tiempos deseados.
No obtenemos la misma satisfacción cuando, en lugar de los dos años esperados, nos toma cinco alcanzar los montos que nos propusimos.
8 Tips para lograr el equilibrio financiero
Aquí les dejo una serie de tips que pueden ayudarlos a lograr esta meta:
- Hacer un cashflow.
- Entender adónde va nuestro dinero.
- Registrar y controlar nuestros costos fijos y variables.
- Conocer con precisión nuestros ingresos y su fecha de acreditación.
- Decidir cuánto ahorrar (=invertir) y hacerlo a principio del mes.
- Conocer nuestras deudas y tener un plan para saldarlas (tiempos y montos)
- Respetar siempre nuestro presupuesto (el cual debe ser armado a conciencia y respetando los puntos anteriores)
- Planificar el futuro
Y así, cada vez estaremos más cerca de ese punto de equilibrio financiero. Hasta que un día lo logramos!
Si te interesa profundizar este tema, te invito a ver mi curso de Finanzas Personales.
Mantener el equilibrio financiero en el tiempo
Alcanzar el equilibrio financiero es vital para unas finanzas saludables. Pero el secreto está en mantenerlo a lo largo del tiempo.
Caso contrario, estamos ante un instante de tranquilidad… La tranquilidad real (con altibajos por supuesto) se logra cuando el equilibrio financiero es constante.
Tener una buena salud financiera es un trabajo permanente, me atrevería a decirles que de casi todos los días.
El punto a favor es que si lo monitoreamos a diario, sólo necesitaremos hacer pequeños ajustes y giros para que se mantenga.
Así, a la larga, se termina volviendo tan natural como respirar y lo harán automáticamente.