Planificar objetivos y metas no se trata solo de anotarlos en un papel, en un calendario o en notas del celular y esperar a que el tiempo pase a ver si lo conseguimos por arte de magia.
La planificación requiere de un paso a paso claro y concreto para lograr desarrollar alguna actividad, objetivo o propósito.
Un sueño sin acción es solo ilusión, dice la frase. Para cumplir sueños hay que tener un plan definido y trabajar por ellos.
No es necesario esperar al momento perfecto para planificar, ni las condiciones más adecuadas; ni tener mucho dinero, mucho tiempo, muchas ganas o mucha inspiración.
Podemos empezar hoy a trabajar por nuestras metas dentro de 30, 40, hasta 50 años. Aunque lo que seamos capaces de hacer hoy sea realmente ínfimo, veremos los resultados en el efecto compuesto de las acciones de cada día, como hablamos en ediciones pasadas de esta Newsletter.
No hay que tenerle miedo al largo plazo, hay que usar el tiempo a nuestro favor.
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Luli invierte
Porqué planificar
Es cierto que muchas de las mejores cosas que nos pasan en la vida no siempre se planifican: conocer al amor de nuestra vida, estar en el momento justo y en el tiempo indicado para conseguir el trabajo con el que siempre soñamos, incluso tener hijos. Sin embargo, dejar al azar el cumplimiento o no de nuestros sueños solo empeora las probabilidades que tenemos de lograrlos.
Terminar la carrera y trabajar sin parar en la misma empresa durante varios años no nos asegura nada, no garantiza crecimiento, aprendizaje, mucho menos éxito. Debemos hacer nuestra propia experiencia dentro del ámbito en el que trabajemos, dudar, preguntar, aspirar a más, proponer, seguir capacitándonos y saber porqué hacemos lo que hacemos. Quienes queremos ser, adonde queremos llegar.
Y con las metas financieras también sucede algo parecido. Trabajar de 8 a 17 hs no nos asegura poder comprarnos una casa a los 40 años, ni tener estabilidad financiera a los 30. El camino que nosotros recorramos para lograr ese objetivo es el que dará resultados. Ahorrar el 30% de nuestro sueldo e invertirlo por 20 años, cada mes, por ejemplo, puede llevarnos a cumplir algunas de nuestras metas.
La planificación, además, nos permite aprovechar las oportunidades únicas cuando se presentan, porque ya tenemos una base de acción que eleva nuestras posibilidades de conseguir ese objetivo.
Un ejemplo concreto
Si soñamos con trabajar en Coca Cola en el área de marketing, pero la primera vez no quedamos en el puesto y, por alguna razón, esa vacante en el futuro se abre, tenemos dos escenarios:
- Nos capacitamos todo ese tiempo que estuvimos deseando cumplir el objetivo, generamos experiencia en otras compañías de renombre, conocemos la forma de trabajo de la empresa en la que queremos entrar porque nos interesan sus procesos internos, nos ocupamos de generar un curriculum realmente atractivo para que la próxima vez tengamos más chances de quedar.
- Nos desanimamos y decidimos trabajar en ventas, algo que realmente no nos interesa demasiado, pero es lo seguro. No nos seguimos capacitando porque creemos que el marketing no es para nosotros luego de no ser elegidos por una empresa tan importante.
¿Qué escenario creen que tendrá más probabilidades de éxito en una futura entrevista? Probablemente todos coincidamos.
Con las finanzas, los objetivos de ahorro e inversión pasa exactamente lo mismo. Planificar, trabajar y esforzarnos para cumplir nuestras metas, lleve el tiempo que lleve, nos va a acercar cada día más a cumplir nuestros sueños.
Si quieren empezar un nuevo año con sus objetivos claros y un plan concreto para cumplirlos, los espero en mi Taller de Planificación, en el que los voy a ayudar a crear el paso a paso para conseguir todo lo que se propongan.
Además, se van a poder sumar a dos sesiones EN VIVO y planificar juntos sus objetivos para el año que viene.
¡Los espero!
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