Estrategia de inversión a largo plazo

Es normal que quienes recién empiezan a invertir, o están evaluando comenzar a hacerlo, sientan miedo e incertidumbre. Ganarnos el dinero que invertimos cuesta mucho esfuerzo, tiempo y dedicación en nuestro trabajo y la idea de perderlo todo en una mala inversión no es divertida para nadie. Claro que las ganancias o rendimientos que obtenemos sí nos dan satisfacción y, cuando llegan, sabemos que hacer trabajar nuestro capital fue una buena decisión.

Qué tener en cuenta a la hora de invertir

El análisis es bastante simple: a nadie le gusta perder. Ni a los inversores ni a las empresas. Porque sí, en definitiva, cuando invertimos en acciones estamos aportando al crecimiento de la compañía que elegimos y estimamos, proyectamos o confiamos en que en el futuro tendrá más ventas, mayores ganancias, deberá expandirse, crecerá.

Saber eso, que invertimos en empresas constituidas, serias, con trayectoria, puede ser uno de los principales puntos a tomar en cuenta para aliviar un poco ese miedo. Siempre que investiguemos, leamos su presentación de resultados, nos mantengamos al tanto de las novedades y creamos en esa empresa, las decisiones sobre la compra de acciones serán más sencillas de tomar.

Otro punto que nos dará mayor seguridad es diversificar, la ley máxima de las inversiones: no poner todos los huevos en la misma canasta. Si invertimos todo nuestro capital en una misma compañía y a esta le va mal, podríamos perder todo el dinero de un día para otro. Si, en cambio, invertimos ese dinero repartido en 5 o 10 empresas e instrumentos, será más difícil que perdamos la totalidad de nuestra inversión; tendrían que quebrar 5 o 10 empresas en un mismo periodo de tiempo y eso sería bastante improbable.

El tercer pilar de nuestra seguridad es el plazo. Como ya hemos hablado, más tiempo tengamos para recuperarnos de una caída, mayor probabilidad habrá de que efectivamente nos recuperemos. Los mercados bajistas existen tanto como los alcistas, pero a largo plazo siempre se tiende a crecer. Si nuestro plazo de inversión es de uno o dos años y en medio de ese período nuestras acciones bajan y tenemos pérdidas, quizás no contemos con el tiempo suficiente para esperar a que vuelvan a aumentar y recuperar ese dinero, porque lo necesitaremos antes. En cambio, si nuestro plazo es de 10 o 20 años, seguramente pasemos por varias caídas y varios periodos de alza que estabilizaran el precio y, a la larga, veremos crecer nuestro capital.

El cuarto pilar, y del que hablaremos más en profundidad, es la estrategia. ¿Cómo invertir de la manera más segura posible? ¿Seguir invirtiendo en momentos de caída y en momentos de máximos históricos es una buena opción? ¿Y si baja? ¿Y si sube? Estas y más preguntas al respecto me llegan a diario y créanme que me encantaría darles la fórmula mágica, pero no existe. Solo puedo darles herramientas e información para tomar las mejores y más acordes decisiones.

Estrategia del costo promedio en dólares

Una estrategia de inversión que funciona para el largo plazo es el Dollar Cost Average, en español sería “costo promedio en dólares”. ¿De qué se trata? Esta práctica de inversión se basa en promediar los costos de adquisición de los activos, es una buena opción para mitigar el riesgo del mercado y ayuda a practicar la constancia y a controlar las emociones en el largo plazo.

La estrategia consiste en invertir la misma cantidad de dinero en las mismas acciones o instrumentos financieros, en una frecuencia de tiempo determinada (por ejemplo, cada mes) de manera constante, sin variar el periodo de tiempo ni el monto invertido. Y, lo más importante, sin importar el precio de la acción: si está muy alta un mes, si está muy baja en otro, si está en su promedio.

Por ejemplo, sabemos que todos los meses podemos destinar 100 usd a nuestras inversiones y queremos diversificar y resguardarnos lo más que podamos del riesgo. Entonces elegimos 5 acciones, ETFs, FCIs, CEDEARs, lo que sea que hayamos investigado y conozcamos su mercado, e invertimos todos los primeros días hábiles del mes 20 usd en cada una de ellas, sin variaciones.

Haciendo esto, si las acciones bajan podremos comprar más cantidad con esos 20 dólares y cuando las acciones suban podremos adquirir menos de ellas, pero las que obtuvimos en su baja habrán conseguido buenos rendimientos. Es decir, nos beneficiamos de ambos momentos. En el largo plazo, habremos comprado a un precio promedio y, como el mercado tiende al alza, tendremos resultados positivos. Todo esto, mientras habremos amortiguado las caídas con el beneficio que obtuvimos en las subidas: nos ”aseguramos” ante la volatilidad del mercado.

Para que esta estrategia funcione debemos mantenerla en el tiempo, tanto el importe fijo como la periodicidad. Esa constancia que estaremos “obligados” a tener, nos ayudará a practicar la paciencia y comprometernos con el largo plazo, ya que de otra forma los resultados no serán óptimos. No nos va a quedar otra que esperar y seguir con nuestra estrategia planificada, así nos ahorraremos muchos miedos y ansiedades.

Idealmente debemos aplicar esta práctica en instrumentos estables, de baja o media volatilidad, que obtengan resultados por lo general a mediano o largo plazo.

Entre varias estrategias que existen, creo que esta es una buena opción en momentos de incertidumbre y mercado bajista, para pensar a futuro y mantener o crear la disciplina del ahorro y la inversión.

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¿Conocían el Dollar Cost Average? ¿Qué les pareció?

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– Luli invierte