Cuando tenemos una idea de producto o una empresa ya trabajando, podemos llegar a buscar financiamiento para crecer a través de las Rondas de Inversión.

¿Qué es una ronda de inversión?

Una ronda de inversión -también llamada ronda de financiación- consiste en un proceso mediante el cual una empresa y/o proyecto presenta su negocio a un grupo de inversores, a fin de captar capitales.

Estos inversores (una vez que se deciden a colocar su dinero en nuestro proyecto) se convierten automáticamente en nuestros socios y pasan a formar parte del capital social de la empresa.

¿Qué quiere decir esto en la vida diaria de la empresa? Que estos nuevos socios también participarán en la toma de decisiones y en la elección de los caminos a seguir.

¿Cuál es su objetivo? Recuperar su inversión en el menor tiempo posible y obtener rentabilidad lo antes que se pueda.

Actualmente, este tipo de financiación se utiliza mucho en el mundo de los start-ups para lograr su primer gran crecimiento.

Pero también la eligen las empresas cuando quieren lanzar un nuevo producto, ingresar en otros mercados, salir de deudas, entre otras opciones.

Las rondas de inversión las encontramos tanto a nivel local como internacional. 

Es importante tener en cuenta que existen inversores especialistas en distintos tipos de proyectos.

Por ejemplo, hay rondas enfocadas en el mundo de la tecnología, otras en la industria alimenticia sustentable, etc. Sin embargo, esto no es excluyente.

5 tipos de rondas de inversión

Existen varios y diferentes tipos de rondas de inversión, pero hoy nos vamos a focalizar en 5:

1: Pre-Semilla:

Este es el estadío previo a la ronda de inversión.

Es cuando la idea se está gestando y acudimos a gente cercana y de confianza (amigos, familiares, otros) para que colaboren con el proyecto.

Esto puede ser mediante préstamos de dinero, o bien, invirtiendo horas de trabajo siendo parte del equipo emprendedor.

2. Capital Semilla:

Conforma la primera ronda de inversión y está enfocada principalmente en emprendedores y startups, de ahí el nombre semilla, que hace alusión al estadío inicial del negocio en cuestión. 

En esta etapa lo que los inversores evalúan principalmente es la idea.

En el caso del Capital Semilla los inversores obtienen una parte de la empresa a cambio del dinero aportado.

El objetivo es darle impulso al proyecto para que este sea capaz de lograr por si solo su primer flujo de caja y convertirse en un buen negocio.

Dentro de este grupo encontramos a los Inversores Ángeles (personas con gran capital que se dedican a invertir en proyectos en fase temprana) y el Micromecenazgo (mecanismo colaborativo de financiación que utiliza la tecnología para captar fondos, como ser, el crowdfunding)

Este capital suele usarse para llevar a cabo investigaciones de mercado, prototipos y desarrollos de productos, entre otros.

3. Serie A:

Pasamos a esta categoría cuando nuestro proyecto ya ha sido aceptado por el mercado y tiene cierto posicionamiento en él.

La empresa ya tiene resultados positivos que la validan y es el momento de salir a buscar capital externo.

Es ahora cuando los inversores sacan el foco de la idea para pasar a ponerlo en el plan de negocios. Es decir, en la rentabilidad esperada y proyectada y cómo vamos a lograrla.

Acá volvemos a encontrarnos con los inversores ángeles y se suman también algunos grupos de inversión privados.

La serie A es la primera salida del startup frente a inversores externos.

El objetivo de esta etapa es la de hacer crecer el negocio y generar ingresos, contratar recursos humanos destacados y preparar el proyecto para atraer inversores del siguiente nivel.

4. Serie B:

Subimos un escalón y ahora salimos a buscar financiación para lograr un crecimiento que nos permita cumplir con las demandas del mercado. 

En este estadío nuestro proyecto ya es rentable y lo que estamos buscando es crecimiento y expansión que nos lleven a lograr mayores márgenes y, por ende, ganancias.

Ahora los inversores nos evalúan basando su análisis en la evolución de nuestra empresa, en nuestro capital humano y nuestra competencia.

5. Serie C:

Si llegamos hasta aquí es porque hemos dado un gran salto como organización. En esta categoría nos encontramos con empresas ya consagradas y con niveles de ganancia realmente atractivos. 

El objetivo de captar capital externo aquí es el de lograr ventajas competitivas frente a nuestra competencia: mejorar y/o mantener nuestra posición de mercado e incrementar los ingresos. 

En esta ronda de inversión lo que se busca es lograr liquidez con el foco en el desarrollo de nuevos productos, realizar adquisiciones o, incluso, salir a cotizar en la Bolsa.

Cómo prepararse para una ronda de inversión

Si ya están claros en cuál de las etapas de ronda de inversión se encuentra su negocio, les dejo aquí un par de tips y consejos a tener en cuenta al momento de salir al ruedo de una ronda de financiación:

  1. Estar bien preparados: contar bien nuestro negocio, mostrar datos duros y proyecciones válidas y atractivas. No improvisar sino prepararnos con trabajo y dedicación. El “pre” es tanto o más importante que el durante y parte fundamental de su éxito sin lugar a dudas.
  2. Preparar la ronda de inversión sin descuidar la operatoria diaria: si bien lograr el ingreso de capital es importante, no por eso debemos perder el foco del hoy. Que el negocio funcione y se mantenga es vital para captar inversores.
  3. Un buen equipo de trabajo: nuestra estructura debe estar organizada con precisión y eficiencia. Es decir, con las posiciones, responsabilidades y funciones claramente detalladas y asignadas a cada miembro del team.
  4. Buscar inversionistas acordes: como comentábamos más arriba, hay distintos tipos de inversionistas y es importante analizar y ver cuáles son los que mejor encajan con nuestro negocio. En definitiva, vamos a ser socios y eso no es menor.

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